domingo, 8 de septiembre de 2013

VENENO EN LAS FRUTAS DEL MERCADO

En el huerto preparo mi compost, utilizando todos los restos que se generan en casa, con las frutas y verduras. Luego completo el material, con plantas propias. Todo lo troceo antes de incorporarlo al montón para que su incorporación favorezca su integración al mismo. En ocasiones no incorporo cáscaras de naranja porque acidifica bastante la materia resultante. Pero en algunos momentos sí que lo hago.
Hete aquí que, por casualidad, vi un rótulo pegado al envase de unos limones que compré para preparar  agua isotónica con el agua de mar. Suelo tener costumbre de detenerme en la lectura de las etiquetas de los ingredientes. Y leo "tratado con IMAZALIL- TIABENDAZOL".
Me pregunto por su composición porque los nombres me hacen sospechar. Consulto archivos e información. Y ¿qué me encuentro? He aquí lo que fui leyendo. Quiero compartirlo, aunque a lo mejor ya lo conocéis.
 
 
"IMAZALIL 10% + TIABENDAZOL 14% p/v. SL
Datos actualizados a [2013] 21/12/2012
IMAZALIL 10% + TIABENDAZOL 14% p/v. SL » Asociación de imazalil: fungicida sistémico, con actividad preventiva y curativa sobre diversos hongos, en especial, inhibe la esporulación y germinación de Penicillium italicum con tiabendazol: fungicida sistémico, de contacto, de amplio campo de acción y con actividad preventiva y curativa presentada en forma de concentrado soluble para aplicar en tratamientos postcosecha. Resulta efectiva en el control preventivo de pudriciones de almacén producidas por hongos en frutas conservadas en cámara. Puede ser utilizada en:
Frutos cítricos: prevención de podredumbres ocasionadas por botritis [Botryotinia fuckeliana (podredumbre gris), Botrytis sp. (botritis)], diplodia (Botryosphaeria rhodina), fomopsis (Diaporthe citri) y penicillium (Penicillium spp.), 500 cc/hl. PS: 5 días.
Aplique mediante pulverización o ducha, sistema Drencher, o inmersión de la fruta en el caldo durante 25-30 segundos dejando escurrir el exceso antes de la entrada en cámara. El plazo de seguridad se refiere al intervalo comprendido entre la aplicación y la salida de la cámara de las frutas tratadas.
Algunos conservantes de las frutas
Los hongos producen grandes pérdidas en la postcosecha y distribución de frutas y verduras, que se soluciona en agricultura convencional a base de antimicóticos (fungicidas), pero… ¿son seguros para nuestra salud?
Uno de los principales enemigos en la distribución de vegetales ecológicos es el moho que puede proliferar en cuestión de horas, especialmente si se recolectaron con mucha humedad o después de llover.
En agricultura convencional los antimicóticos se usan de forma generalizada en todos los vegetales (frutas, verduras, hortalizas, etc.)
Algunos de los más fuertes son los usados en cítricos, plátanos, piñas y melones porque la piel de estas frutas es gruesa y no se suele consumir.
Estos productos penetran en los frutos y no se pueden eliminar al lavarlos. Su consumo puede provocar afecciones renales y hepáticas, así que si estás pensando en hacer mermeladas o postres con las cáscaras de las naranjas o limones, mejor cómpralos ecológicos.
En varios países de la UE se exige indicar en el etiquetado que hay que lavarse las manos después de tocar las frutas tratadas con estos conservantes y que no deben consumirse las cáscaras.
La toxicidad de estos antimicóticos es alta, especialmente para niños y enfermos. Además, puede producir irritación en los ojos y la nariz por contacto, por eso lo de lavarse las manos después de tocarlos.
Los plazos de tolerancia de estos productos suelen rondar los 30 días antes de su consumo o proceso, habitual en fungicidas utilizados antes de meter las frutas, patatas, etc, en cámaras frigoríficas.
Debajo hay algunos de los fungicidas más usados, hay otros como el Imazalil o el diphenyl, que también pueden buscarse en la PAN.
 *Información de toxicidad del producto según la PAN (Pesticide Action Network)
 
E231 y E232: O-fenilfenol, (Ortho-phenylphenol):
Tóxico para los humanos, carcinógeno, toxicidad reproductiva, neurotoxicidad, toxicidad aguda, sospechoso de ser disruptor endocrino.
Altamente corrosivo. En caso de ingestión produce daños en mucosas, ojos y piel, náuseas, vómito y diarrea, hipotensión, fallo cardiaco, edema pulmonar, afección neóurolgica, toxicidad renal y hepática, metahemoglobinemia y hemólisis.
En Europa la legislación actual obliga a indicar en el envase “Frutos encerados con protección fungicida de ortofenilfenol”, pero claro, nunca vemos las cajas de la fruta.
Se comercializa con varias marcas en forma de ceras, normalmente a 2,5L de producto por cada 100 litros de cera, que se aplica a razón de 1L por tonelada de fruta.
 E233: Tiabendazol (Thiabendazole): Tóxico para los humanos, carcinógeno, toxicidad reproductiva, neurotoxicidad, toxicidad aguda.
En caso de ingestión produce mareos, náuseas, vómitos, diarrea, molestias epigástricas, letargo, fiebre, enrojecimiento, escalofríos, erupción cutánea y edema local, dolor de cabeza, tinnitus, parestesia e hipotensión y lesiones hepáticas.
En Europa la legislación actual obliga a indicar en el envase “Frutos encerados con protección fungicida de Tiabendazol”, pero claro, nunca vemos las cajas de la fruta.
Se comercializa con varias marcas, se aplica sumergiendo las frutas en una solución al 0,5% en agua durante 30 segundos o por aspersión. Este fungida se usa también en peras y manzanas".
  (De Ecocaja blog)
Hasta aquí la información. Lógicamente después de todo esto y no pudiendo dar marcha atrás, tomo la resolución de no agregar más al compost las cáscaras de los cítricos, la piel de los plátanos, y vamos a ver si también elimino el resto de peladuras de las frutas. Porque deseando fabricar un compost sano y libre de pesticidas, no puedo incorporar elementos altamente contaminados.
Mi sensación es altamente negativa respecto a la calidad de los productos que nos venden. Cada día que pasa son más los alimentos que llevan en su composición  agregados químicos muy poco recomendados. ¿Por qué la administración lo permite? Y ¿por qué tantos requisitos y pegas a los agricultores ecológicos, si son ellos los que ofrecen productos mucho más sanos?
Ahí os dejo con la incógnita. ¡Sed felices en la medida que nos dejan!

domingo, 14 de julio de 2013

LA MAGIA ESTÁ EN LA TIERRA PORQUE ESTÁ VIVA.

Tenemos que ser capaces de romper la cadena de despropósitos que una y otra vez introducimos para desvirtuar el normal desarrollo de los seres vivos sobre la tierra.
Deberíamos abrirnos de mente y en conciencia, en un proceso de cambio interior. Además del trabajo sobre la tierra, el cuidado de las plantas y las atenciones que ponemos en el desarrollo de nuestro huerto, tendríamos que agregar, el aseo de nuestras ideas, la tranquilidad de la meditación, y el sosiego del silencio.
El estar enamorados de la tierra debería exigirnos ser humildes con nosotros mismos. Ello nos ayudaría a entender los patrones que habitan nuestro pequeño terreno. Así seríamos capaces, también, de entender los ciclos naturales, con mucha biodiversidad.
En esta serie de fotografías, que tomé ayer, sábado, van mis deseos de enseñaros la sencillez y al mismo tiempo, la hermosura, de nuestras criaturas vegetales. Sólo su contemplación bastaría para sentirse satisfecho, contento y en paz consigo mismo.
Buena semana para todos, en esta segunda quincena del mes de julio.
 
 

 
Bancal de los calabacines, zapallitos y alguna que otra calabaza. Espero que no se crucen demasiado. En el comienzo una gran planta ded melisa.
 

Las ortigas son plantas muy beneficiosas. Yo las cultivo en el huerto. Pero ésta, se había pasado, habiendo crecido de forma desmesurada entre las plantas de fresa. Sus raíces se extendían una barbaridad. Tuve que arrancarla, porque a parte de invadir el terreno, solía darme algún que otro disgusto al remover las hojas de los fresales. La trasplanté a otro lugar menos peligroso.

 
 
  
 


Las tomateras se están desarrollando, después de los problemas con las bajas temperaturas, de forma muy saludable. Espero que sigan así de bien.
 
 
 
 Estas son las plantas de pimientos que puse en semillero, en casa, por evitar los problemas de babosas y caracoles. Con los cuidados de eliminación de brotes chupones y de las flores de la Y cero, se han vigorizado mucho y se las ve muy sanas.

 
Ya empiezan a verse los primeros zapallitos. Una vez que empiezan, ya es interminable su pruducción. Servirán para compartir.
 
 
 El orégano ya está en flor, pronto tendré que empezar a recolectarlo. Pero de momento, disfrutemos de su encanto y belleza.

 
 Los garbanzos han crecido tanto que empiezan a doblarse por el peso que tienen. Pero forman un conjunto frodoso muy llamativo. ¡Me gustan!

 
 
Las aromáticas están todas en flor. Cualquier roce con ellas deja un perfume a su alrededor que  embriaga los sentidos.
 
 
Hermosa, grande, olorosa, la planta de menta.
 
 
 Hubo un tiempo que teniendo guardadas una calabazas, alguna de ellas se estropeó y las tiré sin más en la tierra que estaba más próxima. Llegada la primavera, empezaron a nacer las plántulas y tuve que ir eliminándolas. Alguna dejé. Ésta es una superviviente y bien hermosa.
A veces uno piensa: ¡caramba! puse tantas semillas en los alvéolos y nacieron cuatro de ellas y éstas que no las sembré, ahí las tienes, vivitas y sin problemas; todo un misterio.
 
 
Este año, las flores, son un éxtasis para la vista, complemento para la sensibilidad.
 
 
No me creo que una planta pueda tener semejante cantidad de fruto. Pero como lo estoy viendo...
 
 
 
Aquí tengo la gran noticia: ¡papas de los andes! Me las trajeron de Argentina en el mes de junio. Las puse algo tarde, pero han nacido bastante bien. Si no se presenta ningún contratiempo, las cosecharé para simiente de la próxima temporada y perpetuar la raza. ¡Gracias al amigo Daniel Tiscornia que se molestó en meterlas en la valija!
 
 
 Unos pepinos sueltos entre cebollas.
 
 
 Conjunto variado y diverso. A veces el azar y la improvisación me hacen poner aquí y allí algo que no tenía pensado. ¿Va bien? ¡Sigo!
 
 
Una menta con varios espigados puerros a punto de tener sus semillas, entre las patatas.
 
 
 Cebollas Duces de Fuentes, plantadas expresamente para obtener semillas. De momento es un jardín visitado por muchos insectos. Al fondo, tres hileras de maíz.
 
 
 
 Hasta debajo de los árboles me he atrevido, este año, a sembrar cebollas, guisantes, puerros y judías verdes. Tienen algo más de sombra que el resto pero de momento, no están teniendo problemas.
 
 
¡ Mis preferidas Stevias!
 
 
La paja de cobertura hizo crecer la mies. Llené un cesto grande con las espigas. Tuve que hacerlo porque los pájaros estaban dando buena cuenta de ellas. Además quiero guardarlo para empezar a alimentar a unas pocas gallinas que tengo pensado incorporar al ecosistema.
 
Espero que os guste y os anime a enamoraros de esa parcela que tenéis y de esas plantas que cuidáis. ¡Ánimo! ¡Hasta pronto!


miércoles, 12 de junio de 2013

A LAS PUERTAS DEL VERANO

Una vez más nos encontramos con la gran satisfacción de sentir la gran explosión de la naturaleza en nuestras parcelas, en las que con mucho mimo y cuidado hemos preparado los semilleros, allá por febrero, para vernos ahora rodeados de plantas listas a comenzar su desarrollo definitivo.
Me interesa mucho enseñar qué está pasando en mi parcela para que otros puedan sentir el amor por la tierra.
 
 
 Comienzo de un bancal con una frondosa mata de orégano que da una visión espléndida y reconfortante. A mí me gusta mucho entremezclar las aromáticas entre las plantas de hortalizas.

 
 En este otro bancal, el lugar lo ocupa una bella planta de melisa a la que le sigue una gran cantidad de cebolla de verdeo o cebollinos en flor, que prácticamente no la consumo. Simplemente recojo sus semillas. Su presencia es tan bella que se asemeja a las flores de un jardín.

 
 Aquí está la familia de las aromáticas. Es su sector. Siempre me dan la sensación de estar reunidas en franca conversación, mientras dejan escapar sus aromas embriagadores.

 
Y a un costado de las aromáticas tengo puestos los fresales. Se están portando bastante bien, a pesar de la falta de calor que hemos padecido hasta el presente.
 
 
Pequeña parcela de las coles de Bruselas. De momento se están comportando muy bien. Están escoltadas en los flancos por, de momento, pequeñas cebolletas. Y entre medio, este año he intercalado algunas plantas de hisopo. A continuación, las que se empiezan a ver, son las plantas de garbanzos, muy frondosas.
 
 
 Estas son algunas de las plantas de pimientos que tanto trabajo me dieron. Tuve que plantarlas en casa, al calor de la cocina y del solecito del balcón. Ponlas al sol, tráelas a la cocina, y así, de aquí para allá, durante dos meses. Pero gracias a eso, he obtenido un buen plantel de cuatro clases de pimiento: de un pico, de cuatro, pimentón y amarillo.
De momento no he perdido ninguna planta. Cuando vea que todo va bien, protegeré el suelo con la cobertura de paja.

 
Las tomateras a lo largo del bancal. A su costado también se encuentran las cebollitas jóvenes. Hasta este momento no está habiendo ningún problema.
 
 
 Ejemplar de calabacín muy desarrollado al igual que la planta que tiene al lado.

 
Que es un zapallito.
 
 
Zona de las patatas. Tres surcos en la tabla. En sus bordes he colocado los puerros. Al fondo están algunas plantas de puerros del año pasado que he dejado para conseguir las semillas para la próxima estación. Al fondo también hay una planta bastante grande de menta. Ya contaré, a su tiempo, las conclusiones a las que llegue cuando acabe la estación, respecto a la cosecha continuada de las patatas en el mismo lugar durante tres años consecutivos, utilizando el compost como elemento fundamental. 
 
 
A su derecha, otra tabla con algunas patatas, coles de Bruselas, acelgas, coles de hoja rugosa y algún pepino. De momento todas las plantas gozan de buena salud.
 
 
 Este es otro bancal de tomates que conseguí con siembra en cajas alveoladas y luego repicando a otros recipientes individuales. Una vez desarrollados convenientemente les he trasplantado el día 27 de mayo. Delante se encuentra una planta de alcachofa. Cuando crezcan las tomateras, no creo que pueda sobrevivir porque no tendrá suficiente luz.
 
 
Estas son las habas que puse en su día en el blog cuando eran chiquitas. Ahora están en plena producción. Alguna que otra punta se está contagiando del pulgón, a pesar de las repetidas veces que  he rociado la planta con purín de ortigas.
 
 
 Zona reservada para la vida silvestre y el disfrute de la vista.
 
 
Desde el mismo lugar y levantando la vista vemos todo el huerto.
 
 
 Este es el esqueje de higuera que puse en pleno invierno después de tener las plantas a remojo. ¡Está brotando la primera hoja!

 
Sector multi de todo. Están las parras jóvenes, las margaritas, el hinojo, la manzanilla, la achicoria, los árboles frutales, las caléndulas, los gladiolos y la consuelda.
 
 
Sector de lechugas. Unas, plantadas y otras que han nacido solas, a partir de semillas de otras del año anterior. Siempre aparece alguna cebolla en flor porque quedó de la temporada pasada.Casi nunca quito las plantas que nacen solas o que se quedan olvidas en el bancal.
 
 
Un aspecto de una parra, depués del daño sufrido por las heladas tardías. Parece que se han recuperado, por lo menos los racimos asoman prometedores.
 
 
 Los pobres guisantes, invadidos por la selva enmarañada de múltiples hierbas. No quiero urgar mucho porque, sin querer puedo arrancar las plantas de los guisantes.

 
También prometen las manzanas y las peras a pesar de lo que sufrieron los árboles con los fríos retrasados.
Espero que hayáis disfrutado y que os sintáis inclinados a continuar con el  cuidado por esas plantas que tenemos y por esa tierra que tanto nos da y alegra. Un abrazo a todos y a todas.

miércoles, 8 de mayo de 2013

LA PROMESA DE UNA NUEVA VIDA

He querido dejar para poner todos los semilleros a la vez en una sola entrada. No todas las bandejas fueron preparadas a la vez. Las semillas de fruto las sembré el 25 de febrero, es decir las semillas de tomate, berenjena y pimiento. De estas tres, sólo los tomates han nacido bien y se están desarrollando adecuadamente. Las plantas de berenjena nacieron bien pero tuvieron la visita (cómo no) de un par de caracoles que se colaron silenciosamente e imitaron al ser humano cuando talan los árboles del bosque. Dejaron los tocones. Los pimientos, ignoro por qué, no germinaron. Aunque me inclino a pensar que ha sido por falta de temperatura. No terminaré de aprender nunca.
 
 
 Este es aspecto general del invernadero que he preparado, siendo la fecha del 27 de abril.

 
 Desde otro ángulo, la bandeja de tomateras a granel, aparte de las puestas en las bandejas alveoladas.

 
 Bandejas con semillas de calabazas, calabacines, zapallitos, sandías, melones y pepinos. Semilleros preparados el día 2 de abril. Algunas plantas no es que estén demasiado lozanas.

 
 Como las plantas de pimientos fueron deboradas por dos intrusos caracoles, tuve que traerme bandejas, potitos y compost, sa casa. Aquí preparé todo. Lo hice el 5 de abril. No era el mejor día pero no podía esperar más. Este es el estado de las plantas a los 16 días. Las de la bandeja de la derecha son las plantas repicadas de la primera.
 
 
 Aquí están a los 22 días. Sólo se perdió una planta, de las repicadas. Eso sí, por la noche a la cocina, Por el día al sol de la ventana. Y ahora que hace bueno, a la poyata exterior, para que les dé bien el sol.
 
 
Aquí están, hoy, día 8 de mayo, a los 33 días. Se han fortalecido mucho y están muy sanas. Gracias a estos cuidados tendré platas de pimientos. Sembré pimentones, pimientos de una punta, de cuatro y de color amarillo. Veremos qué tal se crían cuando las ponga en la tierra, en su lugar definitivo.
Estoy evitando comprar plantas en las tiendas, porque la experiencia que tengo no es nada favorable. Siempre he tenido alguna que otra sorpresa. Y lo mismo digo del uso de los sobres comprados. Lo mejor y lo más reconfortante es recoger las propias semillas de las plantas criadas con esmero y cuidado. Es algo laborioso pero merece la pena. Además tenemos que considerar que son nuestras, que provienen de plantas que han estabelecido lazos de empatía con nosotros. No pueden fallarnos jamás. Adelante con la intención de mejorar, suelo, semillas y plantas. Tendremos la gran satisfacción de disfrutar con todo ello en aras del bien de nuestro huerto. Es la clave de una exitosa horticultura, que respetemos nuestra tierra y la queramos entrañablemente. Un abrazo a todos los enamorados de la tierra.