Para todo el que siga las pautas del Calendario biodinámico y desee aprovechar las fechas indicadas para las diferentes actividades de la huerta, le dejo la hoja del mes de febrero. ¡Suerte!
El cuidado y respeto de la tierra juntamente con una planificación alejada de la agricultura que no tiene reparos en utilizar "venenos" para cosechar las plantas que luego llevaremos a la mesa, es la finalidad de este espacio. Que otros sepan y conozcan este tipo de agricultura y puedan llevarla a la práctica.
Agricultura Sinérgica, la tierra es capaz de autofertilizarse.
La Agricultura Sinérgica es un sistema que permite al suelo mantenerse salvaje a pesar de estar cultivado, pero con ciertas adaptaciones como pueden ser el uso de máquinas. La Sinergia implica el funcionamiento dinámico y concertado de varios órganos para realizar una función. Así como en nuestro organismo todo el sistema y sus elementos funcionan interrelacionados y con coherencia, esta sinergia tiene también lugar entre la tierra y los microorganismos que la habitan enriqueciéndola o entre las legumbres y las bacterias fijadoras del nitrógeno atmosférico o en la asociación entre plantas que se benefician mutua-mente. Este sistema de agricultura natural protege el ecosistema del suelo permitiendo a la tierra mantener sus capas propias, sin agitarla ni revolverla, entendiendo que la tierra tiene capacidad de autofertilizarse.
4 principios de la A.S. o ley de la sinergia:
1.- No arar la tierra
2.- No abonar, la autofertilidad de la tierra es el abono
3.- No utilizar tratamientos químicos
4.- No comprimir el suelo
Para crear el huerto se hacen bancales de 120 cms de ancho, 50 cm de altura y alrededor de 80 cm de separación entre ellos, cubiertos con acolchado ya sea de paja, lana, cartón o restos orgánicos que actúan como un filtro protector entre la superficie de la tierra y los gases atmosféricos, la fuerza desecante del sol y la compactante y erosiva de la lluvia y el viento. Cobertura que también actúa como abono de superficie alimentando la tierra de arriba abajo. Así se establece en el suelo un equilibrio perdurable entre sus habi-tantes, sean lombrices labradoras de las profundidades, lombrices rojas del mantillo o los billones de toda clase de seres microscópicos vegetales o animales que viven y mueren en su seno. En ningún momento se les traumatiza con cambios en su hábitat.
Imitar lo que hace la naturaleza implica dejar la tierra siempre cubierta con un acolchado, sólo abierto en los espacios o líneas de siembra, que se va transformando en mantillo, en humus. Para que la tierra dis-ponga de materia orgánica dentro de sí, sin que haya necesidad de enterrarla, siempre se dejan descompo-ner dentro las raíces, excepto las que se cosechan. Estos restos participan en la flora intestinal de la tierra y esta permite a su vez la nutrición de las plantas. Cuando la fertilidad de la tierra no se pierde a causa de la erosión, no hacen falta compensaciones constantes en forma de cualquier clase de abono, como compost o estiércol.
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