jueves, 3 de marzo de 2011

EL COMPOST DE HUERTO

 Este es el montón de restos de las cosechas del huerto, troceados y ya secos.

Los diferentes componentes del compost. Falta el estiércol de oveja.

 Vista lateral del montón formado con todos los ingredientes anteriores y cubierto de paja.
 Vista Frontal del mismo montón.

 Montón de compost ya maduro. Ya está empezando a ser utilizado.

Hoy quiero referirme a ese compost que se fabrica en el propio huerto a partir de los ingredientes de que se dispone.
Pero primero unas ideas previas. Hablar de compost es lo mismo que referirnos a los nutrientes de nuestra tierra. Si ésta es alimentada con compost, seguro que es una tierra viva porque en ella se forman organismos protectores, antibióticos, auxinas y otras sustancias bióticas. Es como un servidor que prepara la mesa para los comensales.
Los ingredientes que lo conforman son: las malas hierbas desprovistas de semillas, los restos de hortalizas, lo que sobra de la cocina (casi todo), el acolchado viejo, los restos de la poda de arbustos, hojas y cortes de césped.
No puede faltar la tierra, que conviene que sea de nuestro huerto.
Y el complemento nitrogenado nos lo proporciona el estiércol fresco o deshidratado de los animales. Si no tenemos animales nos veremos forzados a recurrir a alguna granja. ¡Ojo con los antibióticos! Ideal que sea granja ecológica.
Todos estos elementos se han de mezclar muy bien y darles el grado de humedad idóneo: debe parecerse a una esponja ,mojada que no escurra. Y todo apilado dando la forma piramidal, protegido del sol y de la lluvia a través de una buena cobertura de paja.
Es necesario vigilar el proceso de evolución. No conviene que la temperatura interior del montón sobrepase de los 65º C. En estos casos está recomendado voltear el montón con el fin de aerearlo y que pierda calor. Luego se forma otra vez el montón.
Se deja descomponer bien. Cuando está maduro, es decir que ya no se reconocen los elementos y todo se disgrega con facilidad, teniendo al tacto una sensación ligera y que su aroma sea muy agradable, ya puede aplicarse a los surcos o a los bancales en el tiempo de plantación. Ese tiempo puede durar alrrededor de seis meses o más, dependiendo de la época del año en la que se comenzó la formación del montón.
También es posible aplicar el compost en el otoño, cuando la tierra permanece todavía caliente y dejar el sitio protegido con una cobertura vegetal. En este estado puede pasar el invierno hasta la primavera siguiente. Solo hay que sembrar o plantar. El sitio estará muy bien preparado para producir plantas sanas.

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