sábado, 22 de marzo de 2014

LABORES DEL SUELO

 
Siempre que tengo ocasión, al conversar con alguien interesado por la agricultura, intento transmitir con mis palabras un halo de optimismo, de confianza en lo que se hace y dejar ver que sin un buen trabajo en el huerto no se puede pretender buenos resultados.
 
 Todo árbol depende de un buen preparado del hueco donde va a vivir, aplicándole un abono orgánico que le proporcione la comida que necesita. Yo solía pensar que una vez plantado el árbol ya sólo quedaba regarle de vez en cuando. Ahora tengo en cuenta este trío: SOL-SOMBRERO -SUELO.
 Así que conviene limpiar bien su lugar, ahuecando la tierra, agregando un abonado bien curado con una mezcla de compost.
 Una vez echa la mezcla con la tierra, es indispensable proceder a cubrir todo el entorno del tronco con una gruesa capa de heno, paja u otra cobertura que tengamos a mano. Un rociado con agua nos evitará el problema de que el viento nos barra la cobertura.
 De esta manera aprovechamos los recursos locales, regaremos mucho menos porque optimizamos la humedad del suelo. Si pudiésemos utilizar la cobertura segada de nuestro terreno, todavía sería mejor.
 Este es mi pequeño y humilde invernadero. Todo anclaje es poco cuando sopla el viento. Pero conseguido que no vuele, hace buen servicio.
 Los túneles es el otro sistema que nos saca de muchos apuros y que nos permite adelantar algo las cosechas. Al fondo está el trigo, ese que, según el que lo vende y cultiva, me dijo, ya lo cosechaban los romanos en la Península.
 La fábrica en marcha del biofertilizante Super Magro. Como su cierre no consigue el sellado total, tengo que colocar un gran peso en su tapa para que no entre el aire.
Todo empieza con unos 50 Kg. de mierda fresca de vaca, unos 70 litros de agua, 2 litros de leche o suero, un litro de melaza de caña, unos cien gramos de ceniza y unos 50 gr. de levadura. Todo bien removido. Y a taparlo. Y se le coloca la botella para que pueda expulsar los gases de la fermentación.
Cada tres o cuatro días deberemos abrir le bidón y empezar a agregar los minerales. Ésto se hace así: En un poco de agua, que se calienta suavemente, se añade cada vez, 100 gr. de ceniza 2 litros de leche o suero, 1 litro de melaza de caña y el primer mineral. Se remueve todo bien y se vierte en el bidón que ya contiene lo elaborado el primer día. Se vuelve a remover todo muy bien y se cierra herméticamente.
Los minerales a agregar son los siguientes y en este orden:
4º día: Sulfato de zinc, 1Kg
7º día: Sulfato de zinc, 1 Kg
10º día: Cloruro de calcio, 1 Kg
13º día: Sulfato de magnesio, 1 Kg
16º día: Sulfato de magnesio, 1 Kg
19º día: Cloruro de calcio, 1 Kg
22º día: Sulfato de manganeso, 300 gr.
25º día: Cloruro de cobalto, 50 gr.
28º día: Molibdato de sodio, 100 gr.
31º día: Bórax, 750 gr.
34º día: Bórax, 750 gr.
37º día: Sulfato ferroso, 300 gr.
4oº día: Sulfato de cobre, 300 gr.

Cuando se termine con todo este proceso, lento y cuidadoso, se debe completar el volumen total del recipiente grande de plástico hasta los 180 litros y esperar entre 10 y 15 días de fermentación para luego pasar a usarlo sobre los cultivos, vía foliar o sobre el propio suelo cubierto de mulch.
La dosis del preparado Super Magro suele estar en relación al cultivo sobre el que se va a aplicar. Suele estar entre 2 y 5 por ciento con 100 litros de agua.
Esto quiere decir que con la cantidad que hemos elaborado tenemos reserva para todo el año.
Que no os resulte muy complicado. Mi preparación está en el 28º día. Ya me queda menos tiempo. Hasta este momento todo está trascurriendo bien. El aroma que se desprende cuando abro el bidón es agradable y se le ve saludable.
Un saludo a todos.

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